miércoles, 20 de junio de 2007

Convocatoria 2007 del Examen de Intérprete Jurado

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha publicado la convocatoria de este año para el Examen de Intérprete Jurado.
El plazo para la presentación de la instancia es el 25 de junio y las tasas de 36,06 €.
La prueba consistirá en cuatro exámenes eliminatorios: El primero, traducción directa de un texto literario o periodístico, el segundo, lo mismo pero en inversa, es decir, del español al idioma extranjero. En estos dos exámenes no se podrá utilizar diccionario. El tercero, consistirá en la traducción de un texto jurídico o económico con diccionario. Y la tercera, la verdadera criba, es la de intérprete. Aquí hay que demostrar comprensión oral y escrita de un tema jurídico ante un tribunal y responder a sus preguntas.
Para encontrar toda la información relacionada: http://www.mae.es/es/MenuPpal/Ministerio/Tablon+de+anuncios/Interpretes+jurados/Y para descargar la instancia para la presentación: http://www.mae.es/NR/rdonlyres/59BBCD5E-9A7C-439D-8596-C5DD99D1F672/0/InstanciaConvocatoria2007.pdf

viernes, 8 de junio de 2007

NO a las pruebas


Son muchas agencias las agencias que acostumbran a enviar pruebas a los traductores para evaluar su calidad. También son muchos los traductores que se esfuerzan especialmente en entregar unas pruebas impecables, llegando incluso a dedicarle el doble de tiempo y esfuerzo que a una traducción normal e incluso a contratar revisores para que se encarguen de dar los últimos retoques. Mi experiencia, sin embargo, con estas pruebas, no es muy positiva. Desde que empecé a trabajar, he hecho un número considerable de pruebas de traducción no remuneradas (sobre todo al principio, cuando no tenía muchos clientes), algunas incluso con un volumen aproximado de 3.000 palabras entre las distintas especializaciones, y puedo decir lo siguiente: la mayoría de las agencias que envían pruebas a un traductor es porque tienen más que cubierto su perfil y no tienen mucha necesidad de sus servicios. Muchas de ellas incluso te preguntan tus tarifas después de entregarles la prueba, para después desaparecer sin rastro, porque, al fin y al cabo, no pierden nada con ello, aunque nosotros hayamos perdido media mañana y una buena suma de dinero. Lo cierto es que las pruebas son la excusa perfecta que utilizan muchos gorrones para conseguir una traducción gratis; hace poco me ocurrió un caso insólito: un traductor alemán vio mis datos en una lista de distribución y me preguntó si estaría dispuesta a hacer una prueba de 15 hojas (!) para una editorial.... Increíble. Ninguna de las agencias con las que trabajo habitualmente (y son más de 10) me envió una prueba de traducción; se limitaron a recibir el currículum, guardar mis datos, y cuando necesitaron un traductor de mi perfil, me asignaron el primer trabajo. Como vieron que las traducciones estaban bien, siguieron llamándome y así lo han seguido haciendo hasta hoy. Es así como lo hacen la mayoría de las agencias. Por supuesto, esto no es más que una opinión personal; habrá muchos traductores que podrán decir justo lo contrario, pero por mi parte hace tiempo que me cansé de leer “Has aprobado la prueba, ya nos pondremos en contacto contigo” y después no volver a saber nada de ellos.
Un traductor no debería aceptar jamás una prueba que supere las 300 palabras, es decir, una hoja de Word. Cualquier otra cosa es un abuso intolerable. En el código de ética profesional de la ATA (American Translation Associations) se dice lo siguiente sobre las pruebas de traducción:

I will not require translators or interpreters to do unpaid work for the prospect of a paid assignment.
This refers to the practice of requesting long sample translations from prospective translators. Translators should not be expected to translate more than a page or so as an unpaid sample without compensation.
(ATA´s Code of Professional Conduct and Business Practices, http://www.atanet.org//certification/online_ethics_code.php)



Conozco a una agencia de Barcelona que utiliza un método infalible y bastante justo para medir la calidad de sus posibles traductores: primero les asigna un trabajo corto y sencillo, si el traductor en cuestión lo supera, empiezan a encargarle trabajos cada vez más grandes y de mayor dificultad, de esta manera consiguen identificar a un mal traductor desde el primer trabajo, que al ser corto, tampoco les ocasiona demasiadas pérdidas. Por cierto, esta agencia también tiene una costumbre bastante recomendable que deberían imitar las demás: establece la tarifa según la complejidad del texto. Ojalá hubiera muchas así.

lunes, 4 de junio de 2007

Trucos I: Evitar escribir los mismos mensajes

Si eres traductor, te habrás dado cuenta de que los mensajes con los que te comunicas con las agencias son casi siempre los mismos: “ Hola fulanito: te confirmo la recepción de los archivos y la fecha de entrega, Saludos” o “Aquí te envío la factura de este mes”, y poco más. No hace mucho se me ocurrió la idea de crear un archivo con todas esas frases que posteriormente podría copiar y pegar para evitarle un poco de trabajo a mis castigados tendones.
En un documento de Word, escribí las frases que suelo utilizar casi siempre, las cuales clasifiqué en tres enunciados: “Confirmación de recepción”, “Envío de trabajos” y “Envío de facturas”. Por supuesto, escribí distintas alternativas para no repetirme demasiado y porque a veces, tienes que añadir información adicional (por ejemplo, informar de que envías los documentos en sucio y en limpio o la memoria actualizada).
Después guardé este documento en la carpeta donde suelo tener todas las cosas del trabajo, llamada “Traducción” y creé un acceso directo que llevé a la barra de inicio rápido (la que está justo en la parte inferior derecha de la pantalla) para tenerlo a mano, y gracias a este práctico archivo, evito tener que escribir una y otra vez los mismos mensajes. Es muy de agradecer, por ejemplo, cuando acabas de traducir 4.000 palabras y tienes los dedos entumecidos. Con solo abrirlo, copiar la frase en el mensaje de correo y cambiar las xx por los nombres correspondientes...¡ya está!.
Por cierto, la barra de inicio rápido es genial para guardar accesos directos a los programas y archivos más utilizados. En la mía, he incluido, además del archivo de frases rápidas anterior, un acceso directo al libro Excel de las facturas, otro al diccionario Collins, al de Microsft y al de la lengua española, al programa de correo, a Skype, a la calculadora, a mi currículum...etc. Además, para identificar con un solo golpe de vista todos estos archivos, puedes cambiar su icono. Para ello, haz clic derecho sobre el archivo en cuestión, pulsa en Propiedades > Cambiar icono, y... voilà! Encontrarás un montón de iconos distintos para personalizar tus archivos ;)